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Un tornillo prisionero se utiliza normalmente sin tuerca (lo que lo distingue de un perno), sino que se atornilla en un orificio roscado perforado solo en uno de los dos objetos a asegurar. Un tornillo de fijación a menudo no tiene cabeza y está roscado en toda su longitud, de modo que quede completamente dentro de ese orificio; en cuyo caso se le puede llamar tornillo prisionero o tornillo ciego.
Los tornillos de fijación no siempre son la mejor manera de resistir el torque de los ejes impulsados. Para reducir la posibilidad de deslizamiento y aumentar la capacidad de carga, se puede fresar o rectificar un retén (a menudo llamado 'plano') en la parte del eje donde hace contacto la punta del tornillo de fijación. Sin embargo, el retén debe estar estrechamente alineado con el orificio roscado antes de fijarlo. El operador a menudo puede sentir que el tornillo empuja la parte plana hacia la alineación final mientras realiza la última media o cuarto de vuelta que aprieta el tornillo. Los tornillos de fijación pueden resistir con éxito aplicaciones de torsión intensa si los detalles son correctos.
Para una vida útil más larga, los tornillos de fijación generalmente están hechos de acero aleado y endurecidos. Los tornillos de fijación endurecidos suelen dejar una deformación plástica, en forma de marca circular o semicircular, en el eje contra el que se apoya el tornillo. Esto tiene ventajas y desventajas. En el lado positivo, dicha deformación aumenta el poder de sujeción (resistencia al torque) de la unión, ya que el tornillo esencialmente 'hace su propio tope' en una escala pequeña pero efectiva. Por el lado negativo, si lo que se busca es tener un acabado cosmético sin imperfecciones en la parte que se enfrenta, se deben tomar medidas para evitar las marcas circulares. En la mayoría de las aplicaciones de tornillos prisioneros, esta consideración es irrelevante. Otra desventaja es que esta deformación plástica puede causar puntos altos correspondientes en el eje que rodea la marca circular. Esto puede resultar en dificultades durante el desmontaje si un rodamiento u otra pieza con tolerancias estrictas necesita deslizarse más allá de esta área.
Un tornillo prisionero se utiliza normalmente sin tuerca (lo que lo distingue de un perno), sino que se atornilla en un orificio roscado perforado solo en uno de los dos objetos a asegurar. Un tornillo de fijación a menudo no tiene cabeza y está roscado en toda su longitud, de modo que quede completamente dentro de ese orificio; en cuyo caso se le puede llamar tornillo prisionero o tornillo ciego.
Los tornillos de fijación no siempre son la mejor manera de resistir el torque de los ejes impulsados. Para reducir la posibilidad de deslizamiento y aumentar la capacidad de carga, se puede fresar o rectificar un retén (a menudo llamado 'plano') en la parte del eje donde hace contacto la punta del tornillo de fijación. Sin embargo, el retén debe estar estrechamente alineado con el orificio roscado antes de fijarlo. El operador a menudo puede sentir que el tornillo empuja la parte plana hacia la alineación final mientras realiza la última media o cuarto de vuelta que aprieta el tornillo. Los tornillos de fijación pueden resistir con éxito aplicaciones de torsión intensa si los detalles son correctos.
Para una vida útil más larga, los tornillos de fijación generalmente están hechos de acero aleado y endurecidos. Los tornillos de fijación endurecidos suelen dejar una deformación plástica, en forma de marca circular o semicircular, en el eje contra el que se apoya el tornillo. Esto tiene ventajas y desventajas. En el lado positivo, dicha deformación aumenta el poder de sujeción (resistencia al torque) de la unión, ya que el tornillo esencialmente 'hace su propio tope' en una escala pequeña pero efectiva. Por el lado negativo, si lo que se busca es tener un acabado cosmético sin imperfecciones en la parte que se enfrenta, se deben tomar medidas para evitar las marcas circulares. En la mayoría de las aplicaciones de tornillos prisioneros, esta consideración es irrelevante. Otra desventaja es que esta deformación plástica puede causar puntos altos correspondientes en el eje que rodea la marca circular. Esto puede resultar en dificultades durante el desmontaje si un rodamiento u otra pieza con tolerancias estrictas necesita deslizarse más allá de esta área.